La feria del arte




    
       Me costó lo mío entender en que consistía eso del arte, pero con el tiempo, he llegado a formarme mi propia opinión y no pretendo que sea más que eso; mi propia opinión. Por eso, no soy amigo de explicar la obra artística, y recelo de los que lo hacen a modo de sacerdotes de la experiencia artística. Igualmente desconfío cuando se hace; de la idea o el concepto, el procedimiento y su dificultad, los materiales y las herramientas utilizados, el tiempo consumido en su elaboración, la aceptación de la mayoría o  de cualquier otra circunstancia relacionada con la obra artística; protagonista o esencia de lo que a mi juicio, nada tiene que ver con el arte. 

        Para mí, el arte, (siempre con minúsculas), se fundamenta en la experiencia artística, en la comunicación, el diálogo y ojala que la comunión entre la obra y su receptor; incluyendo como tal al propio artista. Por supuesto que aquí intervienen (como por otra parte siempre en todo) múltiples factores, pero independientemente de cualquier condicionante, lo verdaderamente valioso, para mí, es aquello que la obra nos provoca. Dicho esto, a modo de descargo, contaré que quedé muy satisfecho con la recepción de la obra que presenté este año a la VI Feria de Arte Contemporáneo de Arévalo. La obra, que llegó a la sala de exposiciones en una tartera, fue montada in situ en algo más de ocho horas. Consiste en recortes de palabras/concepto, en ocasiones frases cortas, en inglés y en castellano recogidas de la prensa. Pegadas sobre una cartulina de color negro que las excedía en un milímetro y luego a su vez sobre otra de color rojo que excedía a la negra en 1mm aproximadamente, recordaban en algo a una esquela, o a una señal de aviso. Dichas piezas separadas entre sí un par de milímetros daban forma a la figura de un ser humano a tamaño real, de aproximadamente 1,80 de altura, tal y como se muestra en la imagen. Pretende representar y hacer reflexionar, sobre la artificialidad y arbitrariedad de las ideas que, conforman lo que consideramos "nuestra" experiencia y que en "realidad", no es en absoluto nuestra. 

        Me negué a fijar las piezas al suelo mediante adhesivo, por que el que fueran eso, piezas sueltas, que ahora componen una figura y en un momento dado otra, formaba parte del concepto de la obra. Me negué igualmente, pese a las recomendaciones a este respecto de la comisaria y del responsable de la sala, a protegerla mediante alguna barrera física de las posibles pisadas, por qué, a mi entender, desvirtuaba la obra y la desligaba, mediante una "frontera", precisamente de ese diálogo, de esa experiencia íntima y también por que confiaba, en el buen juicio del público asistente a la exposición. 

        La Feria se inauguró oficialmente el día 30 pero la sala se abrió ya el 29 y seguirá abierta hasta el 27 de mayo (creo). Cuando llegué, tarde como casi siempre, al amable ofrecimiento que la Asociación de Hosteleros de Arévalo hizo en forma de vino del país y tortilla de patata, la comisaria, me informó que la obra había sido pisada ya el 29 y por lo tanto dañada irremediablemente. Al principio me indigné; pero luego, de vuelta a casa conversando con Heike, coincidí con ella en que era algo que debía aceptarse como parte del proceso creativo y también de su experiencia. Lamenté que otras personas no tuvieran la posibilidad de experimentar la obra, tal y como se presentó originalmente (tal y como aparece en la fotografía), pero al mismo tiempo, admití gustosamente sorprendido que, de la misma manera que lo hizo, el inadvertido pisoteo de mi obra, cualquiera de nuestras acciones deja siempre una huella que condiciona o perturba, de manera más o menos apreciable, a corto o largo plazo, la experiencia de los demás.
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1 comentario:

  1. Anónimo6.5.10

    Siento enormemente no haber podido disfrutar de tu obra.....porque en la foto tiene muy buena pinta.
    Pero ya sabes....si la comunicacion es dificil(a veces imposible)frente a frente, que no sera si te viene desde el suelo.

    Deconstruccion de la comunicacion¿no?......eres el nuevo "Ferrán Adrià".

    Tenian que haber dejado la obra en el sitio aunque se desvirtualizara (acaso la comunicacion no sufre de lo mismo)...

    gema

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